viernes

Miradas sobre la crítica III

Primero conocer, luego juzgar

Por Florencia Gómez

¿Qué hacemos cuando leemos una crítica cinematográfica? ¿Nos dejamos influenciar totalmente por la misma y hasta somos capaces de no ir al cine? ¿Qué pasa si leemos la sinopsis de una película que nos parece interesante y luego leemos una critica mala sobre la misma? Tal vez, un porcentaje elevado de la sociedad es capaz de no ir a ver una película por las malas críticas o pasarla a un menor rango. Por otro lado, un porcentaje menor responde que si le interesa la película, luego de leer las críticas, decide ir al cine igualmente. ¿Es posible que un lector cambie su postura y creencias porque la mayoría sostiene una ideología? ¿Si pensamos diferente, nos hacemos cargo o tememos ser reprobados por la sociedad?

Hace poco leí un libro, El Zair – Paulo Coehlo, que contaba una historia interesante. Supongamos que Hitler hubiese ganado la guerra, liquidado a todos los judíos del mundo y convencido a su pueblo de que realmente existe una raza superior. Los libros de historia empiezan a cambiar, y cien años después, sus sucesores consiguen acabar con todos los indios. Trescientos años más, lo negros son completamente diezmados. Tarda quinientos años, pero finalmente la poderosa máquina de guerra consigue eliminar de la faz de la Tierra la raza oriental. Los libros de historia hablan de remotas batallas contra bárbaros, pero nadie lee con atención porque no tiene la menor importancia. Entonces, dos mil años después del nacimiento del nazismo, en un bar de Tokio (habitada hace casi cinco siglos por gente alta y de ojos azules), Hans y Fritz toman una cerveza. En un momento dado, Hans mira a Fritz y le pregunta:
-Fritz, ¿Tú crees que todo ha sido siempre así?
-¿Así cómo?- Quiere saber Fritz
- El mundo
- Claro que el mundo siempre ha sido así, ¿No es eso lo que hemos aprendido?
- Sí, claro, no sé por qué he hecho esta pregunta idiota - dice Hans. Terminan su cerveza, hablan de otras cosas y olvidan el tema.

No hace falta irse 2000 años al futuro si podemos volver 2000 años atrás. Cuando las torturas aun eran legales y la peor tortura era la crucificación. Símbolo que, hoy en día, mucha gente se lleva al pecho. O el árbol de navidad, que su origen cuenta que San “algo” (no es relevante saber el nombre) vió a una familia indígenas dejar ofrendas debajo de un árbol que no era un pino y decidió cambiar cierto punto de la historia. Y si es que el hombre llegó a la luna, ¿Por qué hoy en día con todos los avances tecnológicos sea imposible repetirlo? Hasta tiene su día festivo y todo.

Mi punto es, si yo leo una sinopsis de una película que me parece interesante y luego leo las criticas y son malas. Si realmente me interesó, la voy a ver igual y luego opino. Y es ahí cuando decido si estoy de acuerdo con las críticas o todo lo contrario. No se puede juzgar sin previo conocimiento. O sostener una idea solo porque (en forma vulgar) “todo el mundo dice y hace” ¿Qué pasaría si todo le mundo está equivocado? Por ejemplo “Alicia en el país de las maravillas” de Tim Burton, antes de verla leí una crítica en la que sostenía puntos bueno y malos, pero los malos eran en mayor cantidad. Igual decidí ir a verla. Terminé opinando igual que la crítica. Muy buenos los efectos especiales pero la trama no es mas que otra historia de Disney para niños. O “Avatar” demasiadas críticas alentadoras, y cuando la ví mi pensamiento fue: “muy buenos los efectos pero es otra película más.”

Sostengo que el análisis y crítica cinematográfica puede ser algo muy subjetivo y cada persona tiene un gusto diferente. Así que si te interesa una película pagá la entrada, o alquílala y luego saca tus propias conclusiones.

No hay comentarios: